purpose of life

Hace unas semanas cumplí 29 años, y mi mente empezó automáticamente a juzgarse a sí misma y a dudar sobre el propósito de vida. Incluso, aún no sé cuál es mi misión en este planeta.

Acercarse a la tercera década se siente como una carrera para completar una lista de cosas por hacer y comprobar si todo lo que una vez soñaste se está haciendo realidad.

Pero, ¿quién nos enseñó que el proceso debe ser lineal y rápido? ¿Quién dijo que el éxito es cuestión de dinero, carrera o encontrar pareja?

propósito de vida
Photo by Mahdi Mahmoodi on Unsplash

En noviembre viajé a Colombia por primera vez desde que emigré a los Países Bajos. Al volver a Europa, me prometí a mí misma que en 2025 encarnaría el «éxito» y viviría plenamente el propósito de mi vida.

Mis objetivos para el primer trimestre eran: conseguir trabajo en una ONG, hablar holandés con más fluidez, hacer ejercicio cuatro veces por semana y mantener una vida social activa.

La realidad es otra: estamos en Abril y…

  • Estoy sentada en mi sofá, sin el trabajo en la ONG que había planeado, pero con el trabajo de mesera que tenía antes de ir a Colombia.
  • He pasado una semana sin ir al gimnasio. He estado enferma y he acabado en el hospital por ansiedad y estrés.
  • Me encantaría decirte que tengo un plato de ensalada en mis manos, pero la verdad es que me comí una caja de chocolates y estoy en mis días.
  • La búsqueda de una misión superior y del bienestar sólo ha desencadenado intensos ataques de ansiedad, caída del cabello, lágrimas y una visita a urgencias.

Una revisión completa de la realidad me empujó a iniciar este blog y profundizar en la salud mental, las creencias limitantes y el poder interior.

La Diferencia entre el Propósito de la Vida y la Experiencia de Ser

El propósito de vida es una mentira, tal y como lo hemos entendido. Vivimos en una sociedad consumista y globalizada donde el marketing promueve la necesidad constante de tener y hacer.

Yo también he confundido el propósito con el hacer. En 2021, mis objetivos eran alcanzar un nivel C1 de alemán, lanzar un negocio de éxito y atraer clientes que me pagaran en dólares. Aunque los objetivos eran diferentes de los que me fijé para 2025, la base era la misma.

En ambos años, mis objetivos se centraban en hacer y tener. Y cuando hablamos de propósito, hay una gran diferencia entre ser y hacer.

Eckhart Tolle, en su libro El Poder del Ahora, habla de la diferencia entre Ser y la experiencia de ser. El Ser es la esencia o verdadera naturaleza de lo que somos. Explica que el «Yo soy» o Ser surge cuando estamos plenamente presentes.

En palabras más sencillas, lo que actualmente entendemos como propósito, misión vital, etc., Tolle lo entiende como el simple acto de existir en la conciencia.

Cuando venimos del hacer -o de la experiencia de ser- es fácil que la mente busque placer, satisfacción o validación fuera de nosotros. Sin embargo, esas cosas ya son inherentes a nosotros.

El propósito de vida se siente como un estado de ser, presencia y unidad con todo, no como una lista de tareas que completar. La «misión vital» basada en la acción suele ser un reflejo de los deseos de la mente.


La Mente: Nuestro Peor Enemiga o Nuestra Mejor amiga

En el siglo XXI y entre los círculos de la Nueva Era, a menudo se habla de encontrar el propósito a través de la mente. Irónicamente, esta búsqueda crea separación, generando problemas y conflictos en nuestro interior.

Todos los seres humanos tenemos una voz interior. Por desgracia, muchas veces se queja, compara, juzga y se aferra al pasado o se preocupa por el futuro.

Para la mente, es fácil sumergirse en el subconsciente y actuar basándose en recuerdos o proyecciones futuras. Pero para el cuerpo humano que vive en el presente, esto crea angustia.

¿Has cometido alguna vez un error e inmediatamente tu mente se ha puesto a imaginar los peores escenarios? De repente, estás protagonizando una película de Hollywood dentro de tu cabeza, llena de sonidos, imágenes y drama.

Nuestra mente puede ser nuestra mejor aliada o nuestro incansable verdugo.

En mi caso, en los últimos años mi mente ha silenciado a menudo mi intuición. He luchado contra la falta de confianza en mí misma. No importa cuántas cosas haya conseguido, a menudo sigo sintiéndome fracasada.

Me he comparado con los demás. Me he exigido más. He buscado respuestas fuera de mí, ignorando la sabiduría que ya está dentro.

Aquí encontrarás más información sobre el propósito de vida.


Encontrar el Propósito de Mi Vida

Esta búsqueda existencial de sanación nos lleva a menudo a buscar respuestas fuera de nosotros mismos. En mi caso, la idea de alcanzar un estado supremo de plenitud se convirtió en un sinfín de inversiones: sesiones de terapia, ceremonias, retiros espirituales y cursos, todo ello en busca de ese Ser.

Al final, estas experiencias han estado llenas de amor, símbolos y hermosos descubrimientos. Sin embargo, no he encontrado mi «propósito» de la forma que una vez imaginé.

Fue necesaria una crisis emocional para comprender que mi propósito no consiste en marcar casillas o conseguir cosas, sino en sentir una sensación de unidad, totalidad y conexión con la vida misma.

Me encantaría decirte que ahora conozco plenamente el propósito de mi vida. Pero quizá no sea así.

Lo que sí sé, es que se siente como un estado de autosatisfacción, ya sea trabajando como comunicadora en una ONG, escribiendo blogs o sirviendo café como mesera.

Como emigrante, he aprendido que mi viaje es diferente al de los demás. Que la resiliencia me hace fuerte. Y que está bien no tener todas las respuestas.

Así que, con esa incertidumbre sobre lo que me espera, decidí escribir este blog como una memoria de mi Ser y un recordatorio de que, para sanar, tienes que enfrentarte a tus demonios, sentirlos, vivirlos y luego transformarlos.

Cuéntamelo en los comentarios: ¿Te sientes identificado?

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